“Claraboya y
sus amigos. La exposición”, supone la idea matriz de agradecimiento y
complicidad que partió de un núcleo de colaboraciones aparecidas de creadores
leoneses, que reiteradamente se declaran “amigos de Claraboya”, por afinidad
literaria y artística o por simple amistad con los miembros de aquella
aventura.
Dibujos,
fotografías, esculturas, partituras …, un enriquecedor muestrario de variedad y
creatividad, es lo que se presenta en esta exposición que tendrá lugar en un
espacio indudablemente poético como es “La casa Panero”, que ya acogió, en su
momento y en este mismo marco, la
presentación del libro catálogo que surgió con motivo de la conmemoración del
50 aniversario de la aparición de la revista.
La nómina de
artistas que forman parte de esta exposición es amplísima y hay que enumerarlos
por su respuesta de solidaridad y apoyo indudable a las generaciones que
representan todos los ámbitos creativos y constituyen un vademécum o “who is who”
del panorama cultural leonés.
Muchos de
ellos están intrínsecamente ligados a la propia ciudad de Astorga bien por
haber nacido en ella y/o desarrollar en la misma su trabajo, bien por formar
parte de la nómina de artistas que a menudo recalan en ella para mostrar en la
misma su arte y participar de diversas y
múltiples aventuras culturales.
Así, durante
algo más de un mes, podremos disfrutar de las obras de Adolfo Ares, Amando Casado, Amancio González, Antón, Carvajal, Castorina, Graciela García, Higinio del Valle, Horna, Jesús Palmero, Juan Carlos Mestre, Manuel Jular, Manuel Martín, Modesto Llamas, Olga Llamas, Ramón Núñez Núñez y Vargas.
La exposición podrá visitarse a diario, desde el mismo 10 de abril hasta el 18 de mayo, de 18'30 a 21'00 horas, y de 12'00 a 14'00 horas los festivos. También existe la posibilidad de solicitar cita previa para grupos, a través de la Concejalía de Cultura.
Es importante señalar
que lo que hoy hemos dado en recordar en
el proyecto CLARABOYA Y SUS AMIGOS . Una
aventura poética renovadora, surgió en los años 60 como una experiencia pilotada por jóvenes que
entonces rondaban los 20 años, y cuya trascendencia superó todas las
expectativas. Resultó ser un aldabonazo en el panorama poético peninsular, con imprevisibles
efectos sobre la escritura poética del país, la apertura a las corrientes más
renovadoras de la poesía mundial y su inserción en la vida diaria de una época
lastrada por la falta de libertades. Esta última circunstancia acabaría con la propia
publicación, al estimar “El Régimen” que esa ideología renovadora de libertad y
respeto a todo lo humano atentaba contra sus inamovibles principios.
Tras los
cinco años de existencia de la revista (1963/1968) los fundadores y
responsables de aquella Aventura llena de luz prosiguieron
su particular trayectoria literaria, de profundidad y valor incuestionables. Se
trata de Agustín Delgado, Luis Mateo Díez, Ángel Fierro y José Antonio Llamas,
de los cuales, el primero de ellos ya no nos acompaña.
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